Las troyanas quemando sus naves
Claude Lorrain (Claude Gellée) French
Las mujeres troyanas, cansadas de errar por el mundo tras la caída de Troya, decidieron quemar sus naves. Las nubes y la lluvia en la distancia presagian una tormenta enviada por Júpiter, a petición de Eneas, para apagar el fuego. Claudio anotó en su diario, el Liber Veritatis, que el cuadro fue pintado en Roma para Girolamo Farnese. El erudito prelado, que volvió a Roma en 1643, debió escoger este episodio de la Eneida de Virgilio (5.604–710) en alusión a sus años de servicio itinerante como nuncio papal, combatiendo el calvinismo en los remotos cantones alpinos de la Confederación Suiza.