Vestido de corte

En el siglo XVIII, algunos vestidos, como el aquí ilustrado cuya falda mide casi 140 cm de anchura, alcanzaron proporciones enormes. Las faldas estaban sostenidas por panniers, o aros laterales, hechos con ramas de sauce o barbas de ballena incurvadas y recubiertas de lino. Una mujer así ataviada tenía que pasar por las puertas de costado, deslizándose con elegancia como lo prescribía la etiqueta. La vasta superficie de extravagante brocado de este vestido inglés, bordado con hilos de seda envueltos en plata y embellecido con otros adornos del mismo metal, es como una valla publicitaria que anuncia la riqueza y la posición social de su dueña.